Todo lo que necesitas saber sobre la rehabilitación energética

Existe un programa de rehabilitación energética en edificios impulsado a nivel estatal cuya finalidad es el ahorro de energía. Así se pretende reducir al menos un 30% el consumo de energía en los hogares y reducir la demanda de calefacción y refrigeración como mínimo un 7%. Estas medidas, además de reducir los costos de energía, permiten reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad de vida de los residentes.

La rehabilitación energética busca la mejora del ahorro energético de los edificios. Esto se logra mediante el estudio energético del edificio, para localizar cuáles son los puntos deficientes que desperdician más energía. Estos puntos se pueden englobar en cuatro grandes áreas, como son: la calidad de los elementos constructivos, de las instalaciones, el uso de fuentes de energía renovables y finalmente la educación de los propietarios sobre el uso eficiente de la energía y los hábitos adecuados para disminuir su impacto ambiental; siendo la de mayor impacto la mejora de la calidad de la construcción, en especial la envolvente del edificio.

Es importante destacar que la rehabilitación energética no solo es útil para reducir el consumo de energía, sino que también mejora la calidad de vida de los residentes ya que mejora la temperatura interior, la calidad del aire, la iluminación, el ruido, etc. Esto genera un ambiente más saludable y confortable para los usuarios.

 

La fachada ventilada como solución energética

La fachada ventilada es la forma más eficaz de mejorar la eficiencia energética de los edificios, ya que permite mejorar la mayor parte de la envolvente de un edificio que es la fachada. Esto se debe a que la forma habitual hasta ahora ha sido colocar aislamiento por el interior dela fachada y esto conlleva problemas en los encuentros con pilares, cantos de forjados, persianas y otros puntos que quedan mal aislados, generando “puentes térmicos”, con las consecuentes pérdidas y consumo extra de energía.

La fachada ventilada en un edificio se compone de varias capas colocadas por el exterior de la fachada. Una primera capa que queda vista es el revestimiento de piedra, porcelánico, fenólicos, etc. Una segunda capa es la cámara de aire que ventila y reduce la temperatura de la propia fachada. Finalmente, la tercera capa es el aislamiento térmico, que queda dispuesto por el exterior, de manera que pasa continuo sobre todos los elementos envolviendo el edificio. Esto proporcionan una barrera protectora ininterrumpida entre el interior y el exterior del edificio, creando así una “envolvente térmica” solventando puentes térmicos y eliminando pérdidas de calor. Esto posibilita al edificio aprovechar mejor su energía, reduciendolos costos de calefacción y aire acondicionado. Además, logra reducir el ruido del exterior y mejora la estética del edificio.

 

Tanto si tu proyecto es rehabilitar una fachada de un edificio ya construido, como si es de nueva construcción la elección de la fachada ventilada será la mejor solución.

 

Sistemas de anclaje para fachadas ventiladas

En Anclajes Grapamar contamos con un catálogo único y extenso de sistemas de fachadas ventiladas. Nuestros productos están diseñados para cumplir con los estándares de calidad y seguridad establecidos, por lo que estás comprando eficacia.

Además, no sólo podemos ofrecerte una amplia gama de anclajes. También contamos con un equipo técnico que estará a tu disposición para ayudarte a encontrar el mejor sistema para tu proyecto, e incluso podemos diseñar de forma personalizada los anclajes que necesite tu fachada. 

¿Por qué es importante la rehabilitación energética?

Como hemos visto, la rehabilitación energética es importante porque logra mejorar la eficiencia energética de un edificio. En consecuencia, reducimos significativamente el consumo de energía, disminuyendo así las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a la lucha contra el cambio climático. Así mismo, la rehabilitación energética mejora la calidad del aire interior y el confort delas viviendas, lo que ayuda a mejorar la salud y el bienestar de los ocupantes de un edificio. De esta forma, se consigue un menor consumo energético, es decir, menor coste económico, para un mayor confort para el usuario. Por último, la rehabilitación energética aumenta el valor de un edificio y mejora su atractivo para los propietarios, la inversión y el alquiler.

En resumen, la rehabilitación energética supone una reducción de los gastos en energía, una mejora directa de la calidad de vida de los usuarios, a la vez que ayudamos a disminuir el impacto ambiental.